Un soñador más

miércoles, 25 de junio de 2014

Me enamoré

Me bastó ese día para abrir los ojos ante la realidad, 
ése día que hizo valer mi sueño que aunque intangible siempre había cultivado desde muy corta edad, 
y es que uno no se imagina lo grande que puede ser el mundo sin salir de la ciudad,
puedo decir que conocí decenas de mundos en un solo lugar. 

Abrí mi libreta y saqué mi pluma para escribir día a día la bitácora de mi vida
porque aprendí que aunque similar a Chaplin, 
el día perdido era aquel en el que nada hubiera aprendido. 

Me permito agradecerle a la vida por tantas experiencias juntas, 
por el ramillete de lecciones que me regalo día a día, 
por los sabores que deleité en las sonrisas que recibía, 
por la satisfacción que sentí al alegrar un alma vacía 
y es que fue así como me enamoré de la vida.

La obra de arte abre el telón a su cuentero.

Es increíble el poder que tiene la  mente
para crear o derrumbar un puente
para llevarte a construir distancias abismales
y es real porque tu mente y tu corazón se lo creen
porque aquí no existe el "ojos que no ven corazón que no siente"
aquí se trata de ir un paso más allá, de intentar predecir lo que va a pasar
porque tratamos de creernos adivinos en un presente que aún es incierto
y es que por algo dicen que el peor enemigo del ser humano es su cerebro
no nos basta con creernos realistas porque todo lo llevamos al extremo
y qué más da si gracias a tantas novelas nuestras mentes empiezan a maquinar
no se sabe quién es el títere o el titiritero pero la obra de arte abre el telón a su cuentero.

lunes, 23 de junio de 2014

Pensé...


Pensé que de verdad el tiempo servía para olvidar, 
pensé que su ausencia me haría no recordar,
pensé que al agujero negro que sentía se había ido a otro universo,
pensé que las lágrimas habían borrado cualquier sentimiento,
pensé que su presencia ya era historia de otro cuento...

Pero heme aquí hablando de él,
escribiéndole a él, sintiendo lo mismo de ayer...

Después de hoy

Siempre supe que tanta fantasía y perfección nunca podrían ser ciertas,
y es que los cuentos de hadas a veces omiten respuestas.
Sabía que de tanto planear y soñar ese momento,
el día no llegaría o sería incierto,
sin dejar precedente o recuerdo remoto.

Lo soñé tantas noches que pensé que nunca pasaría,
lo planeé tantas veces que no veía que llegara el día,
escribí, leí, pasé páginas, me enamoré, lo odié, lo olvidé,
incluso quise a alguien más, para al final,
llegar al mismo y único lugar, ¡él!

Después de tantos recuerdos, momentos vividos, historias escritas,
lágrimas ahogadas, finales infelices y cartas retratadas...
después de hoy...no sé qué siento.
No lo amo como antes, no lo veo como lo quise,
ni quiero volver a verlo; no siento desdicha ni placer,
creo que mis glóbulos blancos atacaron a ese agente extraño
que siempre invadía a todo mi ser,
aquel que hoy ya no se aturdía cuando estaba cerca a él.

Y es que se alejó tanto tiempo durante cientos de inviernos
que me acostumbré a su ausencia y me enamoré de ella,
aunque hoy le haya sido infiel con nuestro encuentro.
Sé que fue algo pasajero y no solo para él, para mí también, o eso creo...
después de hoy se puede decir que escribimos nuestro final,
con el comienzo de los que para algunos significa amor,
para nosotros significó un ¡adiós!