Este jodido querer me está costando más que la vida, el tiempo.

Estoy en la intermitencia del día y la noche
del hoy y del mañana
del sí y del no
del odio y del amor
de un "hola" y un "adiós"

Me encuentro en la penumbra,
en el abismo de una montaña,
me encuentro en el limbo,
en el limbo de tu amor.

Y es que tanta incertidumbre
cansa el alma, envenena la mente, seca al corazón,
agota paciencias, devuelve inseguridades, regala miedos,
prolonga finales pronosticados, solo porque la esperanza
es la masoquista que siempre se queda hasta el final.

Este sentimiento tan vendido a tus caprichos
me está consumiendo, desde adentro, lenta y minuciosamente
no sé cómo llamarle porque ni siquiera tengo la certeza de que exista
porque solo existe cuando tú estás y hoy realmente
ya no sé qué pensar.

Este jodido querer me está costando más que la vida, el tiempo
estoy endeudada hasta con las milésimas de segundo que me da el reloj
y es que cada una las invierto en tu amor,
es una adicción parecida a los juegos de azar
que como en el blackjack
pierde el que quiere más.

Aunque en mis manos esté el continuar
a veces solo espero a que llegue el final,
tengo tantas preguntas que prefiero reservarme
el derecho a buscar porque le temo a las respuestas
y es que finalmente como dicen por ahí
"ojos que no ven corazón que no siente"
y ahí, precisamente ahí me quedé yo.