Líneas de zozobra

Zozobra es temor a mirar a los ojos del pasado que tantos tormentos me hizo pasar.

Zozobra no es volverlo a ver,  es volverlo a ver y sentir amor.

Zozobra por  haber estado mejor sin él y aún así extrañarlo.

Zozobra es temor a perder la inversión de tantas noches con pretensión de olvido. 

Zozobra es poner a prueba los cimientos de valor construidos en su ausencia. 

Zozobra por saber qué escribiré mañana si no es acerca de él.

 

SE BUSCA

Se busca,
se busca un/a muso/a,
que me saque ríos de letras con cada trazo de tinta,
y que renueve y mejore el sentido de mis líneas.

Que no renuncie nunca
a su obligación con mis versos
y que aunque pase el tiempo,
como el vino, mejore con los años.

Que sea un contrato a termino indefinido
para que no le falte vida a cada letra de mis días,
que limpie el polvo del pasado
y que convierta esos fantasmas en fina poesía.

Que aunque no se vaya nunca,
me mantenga día a día con los sentimientos a flor de piel
y con la zozobra de un futuro incierto
de intermitencia
o perpetuidad.

No importa quién sea,
si es una canción o una ciudad,
solo pido que prolongue por décadas
esta pasión que depende
de un tercero que me pueda inspirar.

Cualquier interesado,
puede empezar con sus obligaciones, ¡ya!,
a estas letras les urge un Romeo, o una Julieta
una Australia, o un 'Stolen dance', o simplemente
un momento que rebose el sentimentalismo
que hasta ahora ha mantenido en vilo mis escritos.

A los pasionales

Como Teseo en su paradoja del río,
después de irse aunque regrese
nadie vuelve a ser el mismo,
cuesta trabajo volver a reconstruirse,
volver a nacer...
es  lo habitual
cuando se entrega en cuerpo y alma.

Pero a los sentimentalistas y pasionales,
nadie les quita la bailao'
porque aunque con cicatrices y lágrimas
tienen tatuada letras, historias
y sobre todo lecciones de vida,
simplemente han aprendido
de la mejor forma que se puede...
con trancazos y a los golpes.

Y al volver,
después de una entrega sincera y profunda
como solo los pasionales lo saben hacer
y después de la derrota
se vuelve más fuerte,
con una mejor versión de ellos mismos
...
simplemente vuelven,

pero no a la misma piedra.

Resurgí

Entre los epitafios de los sepulcros de amores que enterré
se encuentran entre líneas las cenizas de las que pude renacer
porque entre equivocaciones y aciertos
me consumí en fuego y resurgí en medio del viento.

Resurgí, me reinvente, volví a nacer... y no hay mejor habilidad que la versatilidad.
Abrir los ojos a un mundo nuevo, ser quien quieras ser hoy y mañana tal vez ya no;
y para eso, la oportunidad de otro día para un nuevo comienzo.
perseguir sueños, ambiciones y reinventarse para conseguirlos, pero conseguirlos.


Cuesta aceptar que la escuela de la vida se encuentra en los momentos difíciles,
en las caídas, en los golpes, en los abismos, en las lágrimas, en medio de la nada
porque es allí en donde se aprende a ser fuerte, en donde corregimos nuestros errores
en donde aceptamos nuestros defectos y desarrollamos nuestras mejores habilidades
porque se aprende en esos momentos que uno no tiene a nadie más que a uno mismo.

Por eso de nómada, decidí hospedarme en el hoy, disfrutar del momento,
dejar el pasado en el baúl de los recuerdos, cual álbum que se deleita bajo el sabor de un buen café los domingos en la tarde, cada mes, aunque suene a cliché... y dejar el futuro
en manos del hoy, porque es ahí en donde se construye.

Gracias

Gracias por ser quien fuiste conmigo

porque entre lo bueno y lo malo; sobre todo lo malo, aprendí...

Aprendí a quererme mientras tú dejabas de hacerlo,

aprendí a valorar las cosas simples de la vida en medio de la escasez que me ofrecías 

pero sobre todo aprendí a ser la mujer segura y fuerte que soy ahora.

Gracias por dejarme en medio de la nada, porque allí fue donde me encontré.

Gracias por ser la persona que más amé y la que al mismo tiempo, en muchas ocasiones, odié,

gracias por las sonrisas, los besos, los consejos, los "cielo", y el amor, 

gracias por tu ausencia, por tus desplantes, tus reproches, tus crudas verdades, y tus labios compartidos...

gracias por todo y dejarme sin nada.

Gracias, sin sarcasmo, sin odio y sin reproches, en serio, gracias...

nunca me había amado tanto como lo hago hoy en día

no sabía que podía llegar tan lejos si me lo proponía

nunca había cumplido tantas metas en tan poco tiempo 

ni había sentido esta tranquilidad que siento

y es que no quiero vivir otra vida sino esta.

Hoy, cinco meses después de tu ausencia, puedo volver a escribir

sin odio, sin dolor, sin angustia, sin amor

con un corazón nuevo, fuerte y sano, listo para continuar con este viaje

este viaje sin tu presencia y sin el fantasma de tu recuerdo.

Gracias. 

Se me dio por extrañarte

Hoy 9 de diciembre, después 33.120 segundos,
552 horas, 3 semanas, 23 días, un par de amantes
y ni una sola lágrima, te extraño.

Y es que claro, contigo se me fueron las emociones que tenía a flor de piel, todas las invertí en ti,
todo lo que escribía era para ti,
le escribí al amor, a la decepción, a la frustración, a la espera, a la angustia,
a los celos enfermizos que tú causabas, a la luna, por poco al sol,
inclusive hoy, hoy que estás tan lejos y sin saber de ti
eres a quien aún escribo,
pero siempre, siempre a ti, a ti que fuiste la musa de inspiración,
esa misma que contigo se me llevó el corazón.

Ahora me doy cuenta del cariño que le cogí a tanto y nada de ti
porque simplemente gracias a eso, tenía qué escribir
Pero ya no sé que será de mis letras, hasta hoy hay tinta para ti y tu ausencia
que aunque siempre estuvo presente, hoy siento que ese frío me cala hasta la conciencia.

Fueron casi tres años en los que te dediqué mis letras,
el 90% de mi Blog, lleva tu nombre... es normal extrañar eso, ¿no?
mañana ya no estarás para alborotar mis emociones.
Lo único curioso que encuentro es que siempre la gente dice que el que falla
algún día te extraña... ahora soy yo la que duda si fui yo quien falló
porque te extraño más que nunca y en cambio tú, ya estarás con un nuevo amor.

Hoy, con extrema sensatez, coherencia y determinación, te digo que te extraño
y no es para que vuelvas.

El epílogo.

Finalmente después de tantos intentos fallidos, llegó el día de decir: adiós.
No es el primero, pero sí será el último... finalmente el que mucho se despide...

Y es que a veces cuesta entender el desamor, el desinterés, el desprecio...

pero afortunadamente entendí que no existe quien deje de querer de la noche a la mañana, pero sí existe el que nunca quiso. Hoy después de tantas lágrimas invertidas en tu olvido, entiendo que no hay que luchar por alguien quien ni siquiera te quiere en su vida, y es que a veces apostar todo, no siempre significa ganar.

Me arriesgué a jugar con fuego y fue así como me auto-inmolé junto con mis sentimientos.

Disculpa mi intensidad, mis celos, mis reclamos, mi querer incondicional y a deshoras, no lo hacia por molestar, lo hacia por amor. 

Aún me duelen tantos desplantes, tantas ausencias, tantos silencios, tanto de ti que nunca recibí... habían días que no necesitaba más que un abrazo tuyo para sentirte a mi lado, porque a veces hasta sintiendo tu respiración cerca, te sentía más lejos que nunca.

Quisiera entender en qué fallé, qué error cometí, cómo alguien quien trató de hacer todo bien, no es capaz de dejar huella dentro de la persona que más quiso, porque ahora sé que ni siquiera seré aquel bonito recuerdo que te haga sonreír al cerrar los ojos, ni seré la persona a la que extrañes cuando te sientas solo...  

Tú fuiste ese nombre de 8 letras que tanto mencioné a mis amigos, sabiendo que yo ni siquiera era motivo de conversación para los tuyos, porque indiscutiblemente ni yo ni mis sentimientos fueron relevantes para ti... es triste que tú para mí hayas sido mi mejor libro y yo para ti solo haya sido una aventura de bolsillo. Entiendo que para ti solo fue un capítulo más, pero para mí fue un libro que me ha costado cerrar, porque me quedé reviviendo cada renglón.
No sé si aún me queden lágrimas para llorar por lo que pudo ser y nunca fue, no obstante estoy segura que aún hay dolor, decepción y odio, sobre todo por perder tanta dignidad y orgullo. Pero a pesar de todo a mí no me da igual decirte adiós, porque siento que despido una parte de mi vida que me dio motivos para sonreír, pero también sé que es mejor no volverte a ver y que si suele suceder, actuaremos como dos extraños. No estoy preparada ni siquiera para un próximo encuentro inesperado, me mataría la nostalgia al verte con otra de tu mano, y todo eso es normal, porque yo sí te amé.
Por eso hoy quiero llevar flores al sarcófago de tu recuerdo, para olvidar la historia que inventé a tu lado y este amor que al final fue en vano.