Un soñador más

miércoles, 26 de febrero de 2014

Otra forma de ser feliz

Bastaba el momento, el lugar, la hora, la oportunidad, la vida; todo lo que no tenía, para conocerlo.

Sí, él estaba ahí, justo delante de mi, sin buscarlo, sin necesitarlo, sin siquiera sospechar que llegaría a desordenar mi vida.

Con el café de sus ojos y sin necesidad de un sorbo, logró adentrarse en mis pensamientos, sugirió la cafeína en mi dieta y yo accedí con tal de verlo a los ojos todos los días, al fin y al cabo, sería un insomnio placentero.

Después de tanto café, el dulce dejó de cumplir con su labor, y el amargo sabor empezó a consumirme desde adentro. Resulta que la cafeína después de un tiempo deja de hacer efecto y para mi desgracia había llegado al limite de encariñarme, tanto como para depender de ella... y es que ya tenía un lugar en mi vida, no sabía si  él o el café, solo sabía que desde ese día había encontrado otra forma de ser feliz.



Aveces la respuesta es no preguntarse "¿por qué?"

¿Cómo empiezan las historias?, ¿cuándo empiezan?, ¿quién hace historia?, ¿qué es una historia?, ¿cuándo termina?...

Aveces simplemente no hay respuestas, aveces la respuesta es no preguntarse "¿por qué?" y más cuando hablar de historias efímeras se trata... y yo sí que sé bastante de eso. Suelo ser tan desconfiada que me ilusiono con cualquier palabra o mirada bonita. Sí. Así de coherente y lógico, pero no me culpo es algo más de mis pensamientos obsesionados y creativos que se la pasan imaginado y creando "realidades", es como encontrarse a alguien en la calle, por alguna razón mi mirada se cruza con la de él, hay conexión y tal vez algo más si mi cabeza empieza a maquinar, tal vez una boda sencilla, una luna de miel que dure dos o tres años, lo suficiente para darle dos vueltas al mundo con pacitos de caracol, tal vez con un hijo o dos, un apartamento grande con una vista increíble, puede ser el mar o la ciudad, un perro, unos pajaritos que canten y... por fortuna esos encuentros son de segundos, por eso no he llegado a más, soy de momentos, así como puedo enamorarme en un segundo, puede que si vuelva a ver al mismo personaje una segunda vez, apuesto que me fastidiaría porque estorbaría mis pensamientos mientras pienso en alguien más, por fortuna, no me ha pasado, así que sigo enamorada de mil y casada con otros mil.
Pensarán que tengo delirio de psicópata, pero no, no he matado a nadie, incluso la única que ha muerto con tanta ilusión, he sido yo, tantas, que ya perdí la cuenta pero no las suficientes para dejar de hacerlo. 

lunes, 17 de febrero de 2014

Carta al único amor a primera vista que puede existir

En una mañana del 4 de agosto de 2004, al salir el sol, 
exactamente a las 10:15 am, encontré lo que buscaba, ese complemento 
y equilibrio que me hacía falta, porque ese día nació la razón de mi vida,
el motivo de seguir luchando todos los días.

Sus pequeños ojos a medio abrir, pero mostrando claramente esa inocencia y esperanza de su mirada;
su nariz perfecta, respirando el aire de una nueva vida y llenando de ilusión la mía; 
su piel suave y blanca dándome equilibrio y bienestar;
sus bracitos y piernas, inspirando a seguir luchando y a creer que no hay nada imposible.
sencillamente todo su ser llenaba ese espacio vacío, ese espacio en donde solo había lugar para él.

Realmente eso es a lo que yo llamaría un verdadero, amor a primera vista, 

ese sentimiento que se entrega con solo una mirada y se recibe con una sonrisa, 
esa persona que cubre todos tus males con tan solo saber de su existencia, 
esa satisfacción de saber que puedes tener un sol que te proteja en la penumbra 
de la media noche sin sentir algún temor.

Tantos momentos a tú lado me hacen la mujer más feliz y afortunada del mundo por tenerte a ti como hermano, aunque con nostalgia te vea crecer, tú eres esa razón que día a día me hace sonreír. 

El hecho de verte hace algunos años en mis brazos, cambiándote los pañales, dándote tetero, me llena de alegría. Quiero ser tu apoyo constante, ese complemento que jamás se irá de tú vida, porque sencillamente tú llenas la mía. Porque nadie te conoce como yo Y JAMAS NADIE TE AMARÁ COMO LO HAGO YO :') 

A Santiago.

jueves, 13 de febrero de 2014

¡Al diablo el pos-modernismo, yo quiero un amor de cuento!




No pido un principe azul ni un galán de telenovela, pido algo simple, cualquier idiota que esté dispuesto a aguantarme, cualquiera que sea capaz de cuidarme, que me hable con la verdad y que entienda mis silencios.

Un amor que me atrape, que me cautive, que obnubile todos mis sentidos y desprenda el corazón de mi cuerpo de tanto amor.

Pido un amor que inhale por mis poros y exhale por mis entrañas, que me enamore cada vez que me mire así lo haga cada dos segundos, que sea mi razón de vivir y de morir al mismo tiempo.

Alguien que me satisfaga tanto que no importará si no tengo nada porque si lo tengo a él, nada más faltará; que sea mi sueño y mi realidad, mi contradicción y mi verdad.

Cualquiera que sea capaz de llevarse todo el amor y la pasión que he guardado por tanto tiempo, que consiga ser el motivo de mis sueños y la razón de mis mañanas.

Pido conocer eso de lo que todo el mundo habla, eso que cega, enmudece, ensordece y hasta enloquece, pido sentir amor...

Amor del bueno, amor de cartas y rosas, de palabras cursis y sentimientos verdaderos, de clichés e innovaciones, algo que me haga llorar y sonreír de tanto amar...

Y pensándolo bien, una mascota no estaría mal.