El famoso "¿por qué?" sin respuestas es el frecuente tormento de las noches, aquel que aguarda dudas, decepciones, dolor, lágrimas, nostalgia, perdón y siempre, siempre, un poco de esperanza...
Y es que a veces uno debería aceptar tal cual llegan las cosas... o se van, qué más da, es tan complejo estar medianamente satisfecho con la vida...
Pero es que la vida es un manojo de caprichos a los que nos aferramos sin razón, o aveces con ella, pero sabiendo que la lucha, ya está perdida.
Cuestionarnos tratando de crear algún consuelo que nos motive o nos derrumbe por completo, así se resumen las noches de un cuerpo pasional que aunque valiente y luchador, le han quebrantado sus alas.
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