Me permito esperarte cuando tú te permitas extrañarme, cuando en la penumbra del sol y la luna susurres mi nombre con deseos de tenerme y no querer a más ninguna, me permito amarte mientras tú pretendas quedarte y necesitarme con los mismos deseos que yo podría necesitarte.
No pretendo ser la primera ni la última, solo quiero ser la única, la única que sea capaz de quitarte y darte el sueño que tanto te desvela y que te hará sentir que solo yo puedo ser tuya. No pretendo amarrarte físicamente porque sé que no habrá beso que no te obligue a quedarte.
Yo te espero, te espero siempre y cuando tú sepas qué es esperarme porque por esperarte ya he hecho mucho, no pretendo forzar nada, solo quiero darme cuenta si en realidad somos el amor de nuestras vidas, ése que es poco común y que solo tú yo entendemos, ése amor intermitente que a pesar del tiempo, de las personas y de la distancia arde con la misma intensidad de hace unos años, pero no hay afán, solo sé que si va a ser, será en su momento, mientras tanto me quedo en el confort de la libertad y el compromiso que solo tú y yo conocemos.
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